Su aplicación es sencilla, durante el tratamiento la persona se sienta o se tumba en función de la zona que vaya a ser tratada con la magnetoterapia.
El especialista (en el caso de que opte por acudir a una clínica) le colocará el aparato en la zona pertinente, en caso de ser una máquina de magnetoterapia casera entonces colóquela como indique las instrucciones.
Su duración va a depender siempre de la potencia que se use y de los síntomas que padezcamos, aunque en general suelen ser sesiones de 30-40 min. La potencia, frecuencia e intensidad dependerá de la persona y su aguante.
Habrá que distinguir 2 tipos de magnetoterapia:
En la que se usan distintos imanes en el cuerpo o la zona que queramos mejorar. Estos tienen una intensidad menor, ya que son estáticos y permanentes en el cuerpo. Hay una gran variedad entre los que encontramos pulseras magnéticas, joyas, correas, tobilleras, rodilleras, para espalda, hombreras, musleras, plantillas de zapatos, etc… Suelen ser productos que se venden para que usted mismo se los ponga.
Estos son los aparatos que se tienen normalmente en clínicas y hospitales, aunque en la actualidad muchos de ellos se pueden comprar para uso doméstico. Se aplican local o general en el cuerpo adaptándose a la zona para tratar la patología pertinente. Estos pueden ser de alta intensidad yendo de 100 a 8000 hz o de baja frecuencia (menos de 100 hz).
Los de baja frecuencia suelen ser más generales, aunque también pueden ser locales siempre que la dolencia sea leve, aun siendo crónica pero fácil de tratar. La duración es variable aunque puede llevar unos 60 minutos realizarlas, diarias, para procesos agudos con pocas sesiones basta si es crónico como artrosis, artritis u osteoporosis entonces se necesitan al menos 20 o más.
En cuanto a la Magnetoterapia de alta frecuencia está enfocada a tratar zonas locales, muy concretas, específicas de tejido blando y poco profundo. Se suele evitar su uso para enfermedades crónicas y zonas generales, ya que la baja frecuencia suele obtener mejor resultados para estos procesos. En cambio dolencias o enfermedades agudas con un deterioro del sistema nervioso las terapias de alta frecuencia son las ideales.